Guardapolvo plegable para cilindros con diámetro de 80 mm de un lado y 70 mm del otro. El guardapolvo se instala para aislar y proteger el vástago del cilindro de agentes externos dañinos como la lluvia, los escombros y la suciedad. El procedimiento implica asegurar la parte más pequeña en el extremo de las extensiones del cilindro mediante una abrazadera, mientras que la parte más grande se fija al revestimiento exterior pintado. La integridad del vástago es fundamental, ya que los sellos del cilindro, al deslizarse sobre él, se desgastarían en caso de daños, provocando fugas de aceite y mal funcionamiento. Este guardapolvo tiene 9 anillos y tiene una extensión máxima de 320 mm, mientras que cerrado completamente mide 75 mm.